"Sentí que era imprescindible brindarle a la humanidad una nueva música que le permita renovarse, ser mejor y estar en armonía, lo que redunda en beneficio para la salud", aseguró la artista que el 4 de mayo, se presenta en la Fundación Beethoven de Buenos Aires.
Pianista y compositora, Graciela Murano quiso al piano “desde el primer momento de mi vida”. Comenzó sus estudios desde pequeña y, tempranamente se orientó a la música académica. Ya con perfeccionamientos en Europa realizados, comenzó a interiorizarse en la cualidad sanadora de la música y en el rol de la geometría de los sonidos en ese ámbito y a componer piezas con ese objetivo.
“Sentí que era imprescindible brindarle a la humanidad una nueva música que le permita renovarse, ser mejor y estar en armonía, lo que redunda en beneficio para la salud” aseguró la artista en una nota con LA CAPITAL, en la que brinda una aproximación de esta materia a la que dedica su vida.
Música en el Cielo es el título de su obra, que cuenta con una importante cantidad de piezas, instrumentales y con voces, especialmente diseñadas con el fin de de brindar amor y paz a la humanidad.
Murano, quién ha sido invitada de la Orquesta Sinfónica Municipal de Mar del Plata, dará un concierto este sábado 4 de mayo en el Auditorio de la Fundación Beethoven de Buenos Aires, acompañada por el Ensamble Despertar, con la dirección del maestro Javier Pautasso y la voz de la soprano Susana Palomeque.
– ¿Cómo fue su acercamiento a la música, al piano y cómo se dio cuenta que era a lo que se quería dedicar?
– Desde los 5 años sabía que sería pianista. Tengo antecedentes musicales en la familia pues mi tía Edith Murano es pianista de nivel internacional y mi padre además de médico fue pianista. Nací con un piano de cola en mi casa, al que quise, desde el primer momento de mi vida.
– ¿Qué la llevó a orientarse a la música académica?
– Siempre abordé el estudio en la música académica a la par que los estudios normales de toda persona en las escuelas primaria y secundaria. También el conservatorio y estudios pianísticos y musicales con grandes maestros de nuestro país y del exterior. Edith Murano me supervisaba cuando venía desde Europa para realizar conciertos en Argentina, mediante clases magistrales. Luego realicé masters en Europa, presentaciones y conciertos. A mi regreso comienzo a escribir mi obra musical a la que denominé Música del Cielo.
– ¿Qué puede contar de la geometría del sonido y cómo lo aplica en sus composiciones?
– Luz y Sonido son la creación del universo, la clave de la geometría sagrada, de la vibración que todo lo abarca. El señor Roberto Pérez Marmo me ha guiado con sus enseñanzas en este aspecto y hemos logrado resultados sorprendentes al fusionar la esencia de esta música con los principios de la geometría.
– ¿Cómo descubrió que la música puede sanar? y ¿Cómo empezó a profundizar en ese campo?
– El vínculo de la música con la medicina es muy antiguo, con frecuencia curativo y se remonta a tiempos anteriores a Pitágoras. En la esencia de mi música habita el orden y sus melodías de amor y de paz nos hacen vivir en sintonía con el todo. Sentí que era imprescindible brindarle a la humanidad una nueva música que le permita renovarse, ser mejor y estar en armonía, lo que redunda en beneficio para la salud.
– ¿Toda la música es sanadora? o ¿Cómo se combinan las notas, las armonías, los instrumentos para transformarse en terapéutica?
– Considero que no toda la música es sanadora. Debe cumplir determinados parámetros armónicos y sobre todo saber cuál es la esencia de la melodía, es decir, su espíritu. Los resultados que he tenido desde el comienzo con esta música son contundentes, por lo cual además de ser obras musicales de contenido artístico, lo son terapéuticamente también.
Por ejemplo el auspicio institucional de Educación está basado en el análisis terapéutico que se ha demostrado.
Por ello se está implementando con este aval educativo en todos los niveles con resultados maravillosos.
– ¿Considera más importante comprender la música o sentirla?
– La música principalmente debe transmitir sentimientos, por lo tanto lo primordial es “sentir”. Por supuesto que si a ello le sumamos el conocimiento es aún más profundo ese acto de “sentir”. Normalmente tenemos una sabiduría interna, nuestro acervo cognitivo, y tendencia interna o gusto musical (en este caso) hacia determinados estímulos en nuestro espíritu. Por lo cual existe una música para cada grupo de tendencia interna en los seres humanos. Música del Cielo es una nueva tendencia para llevar la paz, y el amor a todos los seres humanos.
– En esta época llena de distracciones, velocidad, ruido, estrés, ¿Cree que este tipo de música contribuye, invita a encontrar momentos de paz, de introspección, meditación, bajar el ritmo?
– ¡Sí! Hace aproximadamente unos 20 años que observando detenidamente y sintiendo que la población iba gradualmente hacia una era de más violencia y desazón, sentí que era necesario crear una música que sea una especie de “panacea”, que aporte buenos sentimientos tanto en las obras instrumentales como en mis canciones. Mi CD N° 8 “Memoria del Corazón”, lo realicé especialmente para la meditación y el estado de paz interior.
– Ha estado en Mar del Plata en algunas oportunidades. ¿Existe la posibilidad de que volvamos a tenerla por aquí pronto?
– He realizado conciertos en Mar del Plata, con músicos de la Orquesta Sinfónica de Mar del Plata en el Teatro Colón con éxito y lleno total de la sala. Sí, existe la posibilidad de que vuelva a realizar conciertos en esta hermosa ciudad, de la que tengo el mejor de los recuerdos.